¿Escuchamos música de forma saludable para nuestros oídos?
A todos nos gusta escuchar música, pero, ¿realmente lo hacemos de una manera sana? Una de las principales causas que provocan trastornos en la audición es el hábito de escuchar música con auriculares o asistir a conciertos y discotecas que tienen la música muy alta, mucho más de lo recomendado.
Cuando sobrepasamos esos decibelios y tiempo recomendado tras estar en una discoteca o concierto, es posible que aparezcan pitidos (llamados acúfenos o tinnitus) en los oídos. Esto se debe a que se ha producido una sobreestimulación acústica que, una vez que ha cesado el ruido, mantiene la actividad en las células encargadas de transformar el sonido en impulsos nerviosos, de ahí la importancia de realizar descansos.
El principal problema es que una vez se ha producido un daño en los oídos, éste es irreversible, además también pueden implicar otros problemas de salud, como el estrés, problemas cardiovasculares, insomnio, depresión o falta de concentración entre otros.
Los especialistas señalan que los actuales reproductores de música llegan a superar los 100 decibelios de sonido, muy por encima de los 65 db que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no alcanzar, por lo que dependiendo de la intensidad sonora deberíamos estar más o menos tiempo. En cuanto a los auriculares, a 95 decibelios se pueden usar durante cuatro horas, con descansos de cinco a diez minutos cada hora. Si estamos expuestos a 110 decibelios, que sería como un concierto, no deberíamos superar los 60 minutos.
Esto supone un riesgo de padecer hipoacusia. Por ello, cada vez es más frecuente encontrar personas jóvenes que ya presentan dificultades auditivas.
Se recomienda el alejarse de los ambientes ruidosos, protegerse con el uso de protectores y seguir la llamada “REGLA DEL 60-60” con los auriculares, que consiste en estar no más de 60 minutos al día escuchando música a más del 60% del volumen que permite el reproductor.